YOGA SÍNTESIS
ESCUELA FORMATIVA 400 h
LA ESCUELA
YOGA, MEDITACIÓN Y NATURALEZA
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UN YOGA ADAPTADO A CADA PERSONA
YOGA PARA LA MEDITACIÓN
MEDITACIÓN SÍNTESIS
ESCUELA DE MONITORES DE MEDITACIÓN
6
Jul
2015
1

Meditar como el océano

Profundidad (océano)

La respiración media entre el cuerpo y la mente; nos lleva de una orilla a la otra, pero nunca está aislada: siempre es la prolongación de algo mayor. Antes y detrás de la ola se encuentra el abismo marino, de la misma manera que cada respiración es el recuerdo mismo de que somos profundidad, que nacemos de ella y que volvemos, aunque no queramos, a ella misma. La ola siempre es agitación, pero en el fondo del océano reina la calma más profunda; arriba está el movimiento, abajo la quietud.

Curiosamente, nuestra autoimagen, aquello que reconocemos de nosotros mismos, se parece a una isla con los contornos bien definidos. Sabemos dónde llegan el mar y sus mareas y dónde la tierra. Conocemos con exactitud los kilómetros cuadrados, la periferia y la altitud. El yo que quiere comerse el mundo también funciona como una isla: sabe muy bien dónde empieza su territorio, quién forma parte de su grupo y qué le gusta. Sabe, por así decir, contar, medir y pesar, sabe dónde están las fronteras y quiénes están en un bando o en el otro. El yo sabe muchas cosas, pero no ha nadado en la profundidad. Sin embargo, el océano es misterioso, su profundidad incalculable, sus contornos difusos y su movimiento impredecible. Nuestro yo se encarama a la isla que conoce tan bien, pero el Ser que somos es esa profundidad marina que se traga islas o que las regurgita. Qué pequeña es la parte visible de un iceberg diría un niño pequeño, y qué pequeña es la conciencia ordinaria delante de lo insondable de la conciencia, diríamos nosotros.

Ahí estamos en la meditación, intentando dialogar entre la isla y el océano. De alguna manera, la respiración es un disolvente, como también lo es la ola, que en su embestida contra la dura roca, la va limando en bellas formas onduladas. Nuestro carácter rígido no resiste demasiado la andanada de la respiración.

Julián Peragón. Meditación Síntesis. Editorial Acanto

3
Jul
2015
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Evolución

La realidad siempre está presente, está dentro y está afuera, nos acompaña allá donde vamos sin que podamos esquivarla. Tiene, como el mar, una superficie y un fondo, algo tangible y algo que nos parece no tan palpable desde nuestra perspectiva. Vemos lo que queremos ver, o mejor dicho, lo que podemos ver, lo que el miedo, el deseo o la ignorancia permiten.

Vemos lo que vemos de la realidad filtrada por nuestros gustos y disgustos, por nuestra estructura caracterial, por nuestras creencias y supersticiones, en definitiva por las “verdades” con las que comulgamos en nuestra civilización. Vemos, por así decir, lo que queremos ver, o mejor dicho, lo que podemos ver, lo que el miedo, el deseo o la ignorancia permiten.

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1
Jul
2015
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Meditación y conexiones neuronales

La meditación y la disciplina mental pueden cambiar el modo de trabajar del cerebro. A los monjes budistas la meditación les permite alcanzar niveles de consciencia inusuales gracias a la creación de conexiones neuronales que no existen en los individuos que no suelen realizan prácticas contemplativas.

Así lo han comprobado los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU) que desde 1992 llevan a cabo un estudio en colaboración con el actual Dalai Lama y otros monjes budistas muy experimentados en el arte de la meditación.

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1
Jul
2015
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Frase: Nuestras fobias

¿Acaso nuestras fobias no hablan del cerco al que somos sometidos por esas áreas de vida no reconocidas que nos habitan? ¿No serán los síntomas una forma de lenguaje del alma, voces angustiosas de lo que quiere expresarse y no puede?

Meditación Síntesis. Julián Peragón. Ed. Acanto

30
Jun
2015
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Julián Peragón habló de creatividad y concentración en la UAH

Es la primera vez que Peragón, director de ‘Conciencia sin Fronteras’, antropólogo y formador de profesores de yoga participa en los talleres de la Escuela de Escritura en la UAH, Universidad Alcalá de Henares. En esta entrevista nos acerca al ámbito de la meditación y la importancia que ésta tiene en nuestras vidas.
Julián Peragón

-No es habitual relacionar la concentración con la creatividad, ¿qué tienen en común o cómo se interrelacionan?
-Cuando nuestra mente está excesivamente condicionada suele recorrer caminos trillados para encontrar respuestas conocidas de antemano que le dan una cierta seguridad. En cambio, una mente atenta podrá encontrar caminos nuevos a las diferentes situaciones que se encuentre en la vida. Un buen cocinero sabrá crear platos nuevos y exquisitos con los mismos ingredientes que cualquiera de nosotros utilizaría para hacer un plato convencional. Lo convencional es una respuesta fijada por una cultura o por una individualidad pero lo creativo sólo puede darse en un presente como adaptación a las nuevas realidades que nos encontramos. Por poner un ejemplo, el regateo que hace un futbolista en medio de un partido tiene algo de experiencia y habilidad curtida en la práctica pero también una adaptación peculiar a ese momento único e irrepetible que es la entrada del adversario. El jugador no está intentando reproducir exactamente el dibujo de la pizarra que propuso el entrenador, está, por así decir, con la mente vacía fluyendo con el balón.
A menudo una mente tranquila y serena nos ayuda a centrarnos en este momento donde se cuece la vida, el único momento donde puede haber transformación. El pasado es sólo una inercia y el futuro una expectativa, pero en realidad, pasado y futuro están sólo en nuestra mente como conceptos, no tienen una realidad absoluta. Podríamos decir que lo único que existe es un tiempo eterno que se actualiza momento a momento cambiando de forma, las formas que se expresan en las diferentes circunstancias. El miedo, las prisas, las tentaciones, las dudas, las aversiones, los apegos, y un largo etcétera parece sustraernos de ese presente donde ocurre la vida. Lo más probable es que una mente dispersa no se pueda concentrar en un proceso creativo. La propuesta que nos hacen las tradiciones profundas del conocimiento es que hay que cultivar la atención.

-¿En qué va a consistir el taller que va a impartir en la Escuela de Escritura?
-Muy sencillo, una exposición sobre el tema matizando las diferencias entre atención, concentración y meditación, intentando ver cómo lo podemos plasmar en nuestra vida cotidiana. En la parte práctica haremos algunos ejercicios de concentración intentando que nos lleve a respuestas más creativas para, por último, hacer una experiencia de meditación.
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29
Jun
2015
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Meditar como la Ola

Fluidez (ola)

Somos gravedad y elevación, pero también ritmo. Late el corazón y respira el cuerpo, la noche sucede al día, las estaciones giran cada año, la vida pasa y se renueva… Somos, qué duda cabe, ritmo dentro de otros ritmos, y eso, precisamente, es lo que nos recuerda nuestra respiración: que hemos de fluir entre un ritmo y otro. Cuando escuchamos la respiración, estamos bailando con el llenado y el vacío, con la tensión y la distensión, con el coger y el soltar.

La respiración nos dice, a su manera, que todo está interrelacionado, que el adentro y el afuera se asemejan, se relacionan, se intercambian. En cada inspiración, el universo entero espira dentro de nosotros, y en cada espiración nos diluimos en esa misma totalidad que nos envuelve. La respiración hace añicos la ilusión de separación que marca la piel y que nuestros sentidos recrean.

Seguramente, en cada nueva bocanada de aire estamos inhalando el mismo aire que han respirado infinitas veces todos los animales y plantas de este planeta azul. Podríamos decir que la respiración, con el paso del tiempo, cose por dentro a todos los seres vivos en un manto energético.

En su fluir permanente, la respiración nos dice que somos cambio. Como la ola, la respiración va y viene; ahora está arriba y ahora abajo. De entrada, sólo vemos su movimiento, su crecida y su bajada, pero poco a poco nos damos cuenta de que esa ola, y la siguiente, y todas ellas, nacen y mueren en el océano. El océano ha estado siempre ahí, eternamente; la ola sólo aparece en su superficie, vinculada con el viento. La ola, la respiración -en definitiva, nosotros mismos- puede creer que es autónoma, que está separada… hasta que cae y se diluye en la arena, en la roca, en el mismo mar que la vio nacer.

26
Jun
2015
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La salud silenciosa

Cuando aceleramos el paso y la respiración se amplia ante la mayor demanda de oxígeno, cuando nos flexionamos para coger algo del suelo y la musculatura cede silenciosamente, cuando, por poner otro ejemplo, nos tumbamos en la cama y conciliamos el sueño reparador fácilmente, sentimos que hay una cierta armonía en nuestra vida. Sentimos que el cuerpo responde adecuadamente. Esto es salud.

Mientras que la enfermedad es aparatosa y quejumbrosa, la salud es bien discreta, es ligera, fresca, silenciosa. Es una pena que a menudo no nos acordemos de nuestro cuerpo hasta que no empieza a somatizar sus tensiones, y así sabemos de nuestra lumbares o cervicales porque empiezan a doler. Nos damos cuenta del valor de la salud cuando la perdemos. La salud está en la base de toda la vida, podemos tener grandes posesiones y poderes pero si nos falta la salud, en realidad, no tenemos nada.

De este tesoro es necesario hablar. Una manzana gorda y brillante no necesariamente es una manzana sana. Habrá que ver en su interior, habrá que morderla y comprobar que es jugosa y fresca. La salud no está necesariamente en la forma como nos intenta hacer creer la publicidad; la salud es algo más interno y, a veces, difícil de definir. Seguir leyendo

24
Jun
2015
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Oración de San Francisco

Oh Señor, haz de mi un instrumento de tu paz:

Donde hay odio, que yo lleve el amor.

Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón.

Donde hay discordia, que yo lleve la unión.

Donde hay duda, que yo lleve la fe.

Donde hay error, que yo lleve la verdad.

Donde hay desesperación, que yo lleve la esperanza.

Donde hay tristeza, que yo lleve la alegría.

Donde están las tinieblas, que yo lleve la luz.

Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:

A ser consolado, sino a consolar.

A ser comprendido, sino a comprender.

A ser amado, sino a amar.

Porque es dando, que se recibe;

Olvidándose de sí mismo es

como se encuentra a sí mismo

Perdonando, que se es perdonado;

Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.