31 PINCELADA DE MEDITACIÓN

YENDO Y VINIENDO

En el Zen se dice: “siendo nadie, yendo a ninguna parte”. No hay mayor flexibilidad que pueda alcanzar un ser humano que tras tirar abajo los muros internos de la diferencia ante lo otro encuentra una empatía ante toda expresión de vida. Toda una eternidad sacándole brillo al personaje con el que nos identificamos para darnos cuenta bochornosamente que el problema era precisamente la máscara que sostenemos.
Si cada momento con total consciencia nos acercara a lo único real haríamos del Aquí y Ahora nuestro propio hogar, enraizaríamos la Presencia como un templo, nos inclinaríamos ante la Vida como fuente cristalina de la que saciar nuestra sed y abriríamos nuestro Corazón pleno de alegría y agradecimiento.
Yendo y viniendo, siendo y dejando de ser, viviendo y aprendiendo a morir, en la danza de la impermanencia.

Om Shanti. Julián Peragón